miércoles, 29 de mayo de 2013

SISTEMA RESPIRATORIO

SISTEMA RESPIRATORIO


El Sistema Respiratorio es el sistema de nuestro cuerpo que lleva el aire (oxígeno) que respiramos hacia nuestro interior para hacer posible el crecimiento y la actividad. 

La respiración es el proceso por el cual ingresamos aire (que contiene oxígeno) a nuestro organismo y sacamos de él aire rico en dióxido de carbono. Un ser vivo puede estar varias horas sin comer, dormir o tomar agua, pero no puede dejar de respirar más de tres minutos. Esto grafica la importancia de la respiración para nuestra vida.

El sistema respiratorio de los seres humanos está formado por:

1. Las vías respiratorias altas o superiores.
2. Las vías respiratorias bajas o inferiores.


NEUMONIA


La neumonía es un proceso infeccioso del tejido pulmonar en el que los gérmenes invaden el pulmón por aspiración de microorganismos que colonizan la orofaringe, o por vía sanguínea a través de un foco no pulmonar, o por contigüidad.
La infección supone el fallo de los mecanismo de defensa (movimiento ciliar, secreción de moco, respuesta inmunitaria, etc.) o de una cantidad de microorganismos muy alta.

CAUSAS

En los adultos, los gérmenes que con más frecuencia producen neumonía son el Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus, Legionella y Haemophylus influenzae. Los virus, como los de la gripe y la varicela, pueden ser también agentes causales. El Mycoplasma pneumoniae es una causa particularmente frecuente de neumonía en niños mayores y en adultos jóvenes.

El consumo de alcohol, el tabaquismo, la diabetes, la insuficiencia cardíaca y la EPOC (véase la entrada de EPOC) son factores predisponentes. Los niños y las personas de edad avanzada tienen mayor riesgo de desarrollarla, así como los individuos con alteraciones del sistema inmunitario.
Se clasifican en extrahospitalarias, si se desarrollan en la población general o hasta las 72 horas del ingreso hospitalario, o intrahospitalarias, si se presentan en el paciente ingresado por otra patología.

SINTOMATOLOGÍA

La presentación típica de una neumonía extrahospitalaria consiste en un cuadro agudo de fiebre, escalofríos, tos productiva y dolor tipo pleurítico, con elevación del recuento de leucocitos en sangre periférica.

La forma denominada atípica se presenta de manera subaguda, con fiebre, cefalea (dolor de cabeza), mialgias (dolor muscular), artralgias (dolor articular) y tos seca.
La clínica de las neumonías intrahospitalarias queda solapada por la enfermedad de base, por lo que debe sospecharse en pacientes con fiebre y aparición de nuevos infiltrados radiológicos.

DIAGNÓSTICO

En general, se basa en la historia clínica y el examen radiológico.
El diagnóstico del microorganismo causal sólo puede certificarse con procedimientos como el examen de esputo, el cultivo de muestras de sangre (hemocultivo) y la fibrobroncoscopia. En general, los procedimientos invasivos no se utilizan regularmente, ya que en un alto porcentaje de neumonías de la comunidad no se llega a conocer el germen involucrado.

TRATAMIENTO

Está basado en los antibióticos. La elección del antibiótico adecuado depende del tipo de neumonía (intra o extrahospitalaria), la forma de presentación (típica o atípica), la presencia de factores de riesgo para gérmenes no habituales (ancianos, EPOC, formas graves de presentación, etc.) y la posibilidad de aislamiento del microorganismo.

CANCER DE PULMON



El cáncer de pulmón representa la primera causa de muerte por cáncer. La supervivencia de 5 años después del diagnóstico es menor del 50% en casos de enfermedad localizada, y menor del 25% si está extendida.
Se reconocen cuatro variedades fundamentales: carcinoma de células pequeñas, adenocarcinoma, carcinoma escamoso y carcinoma de células grandes.

CAUSAS

Existe una clara relación con el tabaquismo. El riesgo relativo es 10 veces mayor en fumadores de cigarrillos y 1,5 veces mayor en fumadores pasivos. Entre los no fumadores, es más frecuente el adenocarcinoma.

SINTOMATOLOGÍA

Los síntomas pueden permanecer silentes durante meses.
Los tumores de localización central aparecen como masas tumorales que afectan a bronquios grandes. Clínicamente, pueden dar tos con expectoración hemoptoica (expectoración con trazas de sangre).
Los de mayor tamaño pueden dar lugar a atelectasias (colapso de una región pulmonar periférica o bien de todo el pulmón) por obstrucción de la luz bronquial.
Los de localización periférica generalmente dan síntomas en fases avanzadas, normalmente derrame pleural maligno.


La afectación de estructuras vecinas puede dar lugar a obstrucción traqueal, disfagia, disfonía por compresión del nervio recurrente laríngeo, parálisis del nervio frénico, síndrome de la vena cava superior, etc.
Son frecuentes las metástasis por vía sanguínea y los síndromes paraneoplásicos.

DIAGNÓSTICO


Se realiza mediante análisis anatomopatológico de una muestra de tejido, generalmente obtenido mediante fibrobronscopia.
La extensión de la enfermedad se evalúa mediante tomografía axial computarizada, resonancia magnética nuclear, gammografía ósea, mediastinoscopia, mediastinostomía y toracoscopia.

TRATAMIENTO

Si la neoplasia (tumor formado por la multiplicación o crecimiento anormal de las células) no es del tipo de células pequeñas, el tratamiento de elección es el quirúrgico, siempre y cuando se cumplan determinados criterios de estadificación del tumor (grado de diseminación) resecabilidad (posibilidad de extirpar todo el tumor) y operabilidad (evaluación de si el paciente es capaz de resistir la cirugía y sus consecuencias).
La presencia de metástasis a distancia, afectación del nervio frénico, invasión traqueal, derrame pleural maligno, son algunos criterios de irresecabilidad que pueden ser evaluados por el médico tratante.


La base del tratamiento del cáncer de células pequeñas es la quimioterapia.
En ocasiones, se asocia tratamiento quirúrgico a radioterapia.




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